lunes, 28 de julio de 2014

ANIBAL BARCA (247ª.C.-183 a.C.) PARTE 4ª


       
Publio Cornelio Escipión "Africanus"

 En el 206 a.C. la guerra en Hispania había terminado con la victoria de Roma. Al año siguiente, 205 a.C., es nombrado Cónsul Publio Cornelio Escipión “El Africano” y su fijación es acabar con Aníbal, a buenas o a malas, pero tenía que sacarlo de Italia. El año anterior, al mando del ejército romano, había conquistado Cádiz, el último reducto cartaginés en la península Ibérica, a continuación cruzó el estrecho y se fue a Africa a negociar con los pueblos y tribus que habían sido aliados de Cartago, cuyos jefes eran Masinisa y Sífax, logrando un acuerdo con ellos. Cuando es nombrado Cónsul, ante el Senado de Roma expuso su plan: atacaría a Cartago con lo cual el Senado de Cartago pediría ayuda a Aníbal y este tendría que abandonar Italia con su ejército, o sea: llevar la guerra al corazón de Cartago, al norte de Africa. Los senadores romanos, influidos por Quinto Fabio Máximo, enemigo político de la familia de Cornelio Escipión, desaprueban el proyecto, con ello dejan a Publio sin dinero ni ejército para acometer su empresa, lo mandan a Sicilia a que se haga cargo de las guarniciones de esa provincia. Cualquiera en sus circunstancias hubiera abandonado su proyecto pero Publio no, se puso a reclutar voluntarios en todas las ciudades, su prestigio era mucho y reunió un ejército de mas de 30.000 soldados de infantería y 6.000 de caballería así como las naves de transporte necesarias.

        En el 204 a.C. el ejército romano desembarca en Africa empezando el acoso a los cartagineses. El Senado de Cartago llama a Aníbal y éste en el 203 a.C., tras mas de 14 años en Italia guerreando, desembarca con sus tropas en territorio cartaginés, en Africa, su retorno reforzó la moral del ejército. La batalla decisiva tuvo lugar en Zama, el 19 de Octubre del 202 a.C. Los cartagineses al mando de Aníbal contaban con una infantería superior, unos 32.000 (de los cuales 15.000 eran veteranos de sus campañas en Italia) y los romanos al mando de Publio Cornelio contaban con una caballería mayor y mejor que la cartaginesa. En total, unos 40.000 soldados por bando, estaban bastante igualados. Los cartagineses tenían 80 elefantes de guerra que eran el terror de los soldados romanos. La táctica de Cornelio Escipión era superior a la que venían empleando los ejércitos romanos, sin duda había aprendido de la utilizada por Aníbal en Italia. Este trató de emplear la misma estrategia que utilizó en Cannas, pero su caballería era inferior, la mitad de la que disponían los romanos, por lo que el intento de encerrar al ejército romano fracasó, Cornelio Escipión no se dejó envolver, los cartagineses sufrieron una gran derrota, murieron mas de 25.000 soldados, el ejército romano sufrió unos 2.500 muertos. Fue la primera derrota de Aníbal en batalla campal contra los romanos, la única y la última. A partir de su victoria en Zama, la historia añadió al nombre de Publio Cornelio Escipión el “Africanus” que ya le acompañará para siempre.  
        En el 201 a.C. Roma y Cartago firmaron un tratado de paz, Aníbal decidió dedicarse a la política, ya tenía 46 años, y entró en el partido democrático, el otro gran partido era el de los oligarcas conservadores. Fue elegido “sufete”, el cargo mas alto del Senado Cartaginés, restauró la autoridad y el poder del estado, los oligarcas lo vieron como una amenaza a su estatus y lo acusaron de traicionar a Cartago al no haber tomado Roma cuando tuvo la oportunidad. Como respuesta Aníbal acusó a los oligarcas de no haberle apoyado ni haberle mandado refuerzos en su campaña en Italia, haciéndolos responsables de la derrota de Cartago ante Roma, como consecuencia de ello dijo que el tributo a pagar a Roma todos los años, como consecuencia del tratado de paz, no debía de pagarlo el Estado sino los oligarcas, por lo tanto empezó a legislar e imponerles impuestos extraordinarios. Cartago prosperó, se hacían muchas obras públicas y el comercio se activó, la población volvía a ver el futuro con mas optimismo después de la gran depresión que había ocasionado la derrota en Zama ante Roma. Los oligarcas no se enfrentaron abiertamente al sufete, lo que hicieron en el 196 a.C. fue llamar a los romanos, los cuales al ver la nueva prosperidad que estaba alcanzando Cartago con Aníbal como sufete, exigieron al Senado cartaginés la entrega de Aníbal. A partir de ese momento, y temiendo alguna traición, decidió exiliarse voluntariamente en el año 195 a.C.


Antíoco III El Megas

       Marchó a ofrecerse al rey del Imperio Seléucida, Antíoco III Megas,  ya que éste estaba preparándose para luchar contra Roma, Aníbal fue recibido en Éfeso con honores militares. Pronto se dio cuenta que las fuerzas con que contaba Antíoco eran insuficientes para enfrentarse a un ejército romano, le aconsejó al rey equipar un ejército y una flota en condiciones para luchar contra los romanos y él se ofreció a mandarla, pero los celos, envidias y temores de los cortesanos y consejeros que rodeaban a Antíoco, propiciaron que el soberano no le confiara un puesto importante en el ejército. Al parecer ejerció como consejero político del rey durante el tiempo que permaneció con el, no como general, tampoco parece que Antíoco siguiera los consejos de Aníbal ya que, cuatro años después, lo pagaría muy caro al ser derrotado por Roma en las Termópilas (191 a.C)(no confundir con la batalla del mismo nombre en el año 480 a.C. de la Segunda Guerra Médica entre los 300 soldados de Esparta con su rey Leónidas Iº al frente, contra el ejército del Imperio Persa mandado por su emperador Jerjes Iº) y en la Batalla de Magnesia (190 a.C), precisamente por el cónsul Lucio Cornelio Escipión “Asiático” ayudado por su hermano “El Africano”, lo que le costó entregar a Roma parte importante de su imperio y pagar un tributo anual cuantioso.

Continúa en la Parte 5ª...

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