
domingo, 22 de enero de 2012
FLAVIO BELISARIO Parte III y última.

sábado, 21 de enero de 2012
FLAVIO BELISARIO Parte II


Hipódromo Constantinopla
A comienzos del año 532 estaba Belisario descansando en Constantinopla cuando estalló la “Revuelta de Niké”. Los seguidores de las carreras de cuadrigas del hipódromo se dividían en dos facciones, verde y azul, con el tiempo habían adquirido un gran protagonismo, formaban parte de la policía,de los políticos etc, ocupaban todos los estamentos de la sociedad en Constantinopla. La revuelta empezó con tintes sociales, pretendían una reducción de los altos impuestos que pagaban las clases mas bajas (que eran mas numerosas), al parecer, el detonante fue unas detenciones de miembros de ambas facciones, que les parecieron muy injustas, ante lo cual los verdes y los azules pactaron una tregua y juntos se lanzaron a una revuelta a gran escala, se les unieron varios senadores, políticos, militares y miembros de la policía y de la milicia urbana, la cosa fue subiendo de tono hasta que se intentó asaltar el palacio del emperador y destronarlo. Justiniano Iº pidió ayuda a Belisario el cual con la ayuda del gobernador militar de Iliria, Mundus, con tropas armadas con corazas, fueron empujando y juntando a los manifestantes, calle por calle, hasta el hipódromo, habían unos 30.000 manifestantes en el mismo cuando entraron las tropas de Belisario por una puerta y las de Mundus por la puerta opuesta, matándolos a todos, fue un baño de sangre. Los valores morales y la vida humana, en esa época, no tenían el mismo sentido que ahora. No fue nada agradable para Belisario, pero su lealtad y obediencia a su emperador, como capitán general que era, estaban por encima de sus sentimientos.

Justiniano I
Los vándalos, una tribu germánica, hacía mas de cien años que habían invadido España y habían conquistado todo el norte de Africa. La capital del reino vándalo era Cartago, en Túnez, la antigua capital de los cartagineses. En el verano del año 533, Belisario al frente de una fuerza de tan sólo 15.000 hombres en total, desembarcó en la costa de Túnez, dispuesto a echar a los vándalos del norte de Africa. El 13 de septiembre de 533, a diez millas de Cartago, se enfrentó al ejército vándalo de 20.000 soldados al mando de su rey Gelimer, general que era muy competente y disponía de una caballería pesada muy superior a la de los romanos, además habían tomado posición y formado una gran línea defensiva. Belisario volvió a mostrarse como un gran estratega militar, sabía que enfrentarse frontalmente al ejército de los vándalos hubiera sido su perdición, dividió en dos su caballería ligera formada por mercenarios hunos (arqueros a caballo) y atacando por los flancos a los vándalos les causó grandes daños y desorganización, a cambio tuvo que sacrificar varias unidades de infantería romana atacando por el centro. En ésta primera batalla llamada “Ad Decimum” murieron el hermano y un sobrino del rey Gelimer, Belisario logró una gran victoria, al día siguiente entró en Cartago, lo que quedaba del ejército vándalo huyó con su rey. Gelimer no estaba dispuesto a perder su reino tan fácilmente, se estableció a 150 Km al oeste de Cartago, mandó emisarios pidiendo y recibiendo tropas de refuerzo. Reunió un ejército de 50.000 soldados, superaba en más de tres veces al ejército de Belisario. Con éste numeroso ejército avanzó hacia Cartago dispuesto a recuperarla y echar a los romanos de Africa. Gelimer acampó su ejército a 27 kilómetros de Cartago, en Tricamerón, decidiendo esperar allí a los romanos, Belisario estudió la situación y no tardó en complacer a los vándalos, el 15 de Diciembre del 533 entabló batalla con los vándalos, como he dicho en una proporción superior de 3 vándalos por cada romano. Otra vez se enfrentaba en la posición elegida por los vándalos, con un ejército muy inferior en número, y otra vez el genio militar de Belisario se impuso, y otra vez la movilidad de sus arqueros hunos a caballo al mando de su comandante Juan el Armenio fue determinante, diezmaron a la caballería vándala, con lo que pudo avanzar la infantería romana para rematar la gran victoria. Gelimer cuando vio a sus mejores tropas, la caballería, destrozadas y al ver el avance de la infantería romana, le entro un ataque de pánico y huyó del campo de batalla, solo con su guardia personal, dejando a su ejército sumido en el desconcierto, los vándalos huyeron en todas direcciones sin entablar batalla con la infantería romana. Tras esta gran victoria el ejército vándalo se desintegró, Gelimer huyó a Hispania, Belisario consiguió un inmenso tesoro acumulado por los vándalos y recuperó para el Imperio Romano todo el norte de Africa mas las islas de Córcega, Cerdeña y Las Baleares. Teniendo en cuenta las escasas tropas con las que había dispuesto Belisario, su victoria total sobre los vándalos fue una auténtica proeza. Cuando en el 534 Belisario regresó a Constantinopla fue recibido como un héroe, el senado lo propuso y Justiniano Iº le otorgó un “Triunfo”, era el gran premio que se les concedía a los grandes generales romanos después de haber conseguido grandes victorias que beneficiaran al Imperio, éste fue el último “Triunfo” que se otorgó en el Imperio Romano, nadie mas en los siglos siguientes lo consiguió. Además lo nombró “Cónsul único”del Imperio. Durante el desfile triunfal, quizá queriendo hacerse perdonar por el pueblo de Constantinopla de su atroz intervención para terminar con la “Revuelta de Niké”, Belisario hizo uso de parte de sus riquezas lanzando monedas de plata y oro a la multitud que le aclamaba. Aquí empezó una envidia encubierta del emperador hacia su general, incomprensible pero cierta, el pueblo apreciaba mas a Belisario que a Justiniano.

jueves, 19 de enero de 2012
FLAVIO BELISARIO Parte 1

En éste relato os hablaré de uno de los cinco mejores generales de la Historia, su nombre Flavio Belisario, se cree que nació en el año 500 ó 505, en la ciudad de Tchermen (Tracia), sus padres pertenecían a la nobleza del Imperio Romano de Oriente denominado también Imperio Bizantino, con la capital en Constantinopla. Con siete años comenzó su educación en la ciudad de Adrianópolis, recibió una sólida formación militar, dominaba varias lenguas y por supuesto el latín y el griego. Fué un estratega enorme, un genio militar, siempre mandó ejércitos inferiores en número a los del enemigo y siempre salió victorioso. La Historia Occidental lo ha tenido siempre “olvidado”, de igual manera que, a partir de la caída de Roma en el año 476 d.C, se olvidó del Imperio Romano de Oriente siendo como era la continuación del Imperio Romano. Para Occidente la Edad Media empezó en el 476 d.C cuando la tribu germánica de los hérulos, al mando de Odoacro, depuso al último emperador romano occidental Rómulo Augústulo. La realidad es que la caída verdadera del Imperio Romano se produjo en el año 1453 con la caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos, el mismo acontecimiento en Occidente marcó el final de la Edad Media. Pero vamos a continuar con nuestro general Belisario.
Procopio de Cesarea, secretario personal de Belisario, le acompañó desde su infancia hasta el año 540, años después escribió la Historia Secreta gracias a la cual nos han llegado los grandes hechos de Belisario. Con 20 años ya tenía su propio regimiento formado por 200 soldados a caballo a los que había instruido personalmente, sabían cabalgar y disparar el arco dando en el blanco (imitando lo mejor que tenían los hunos), sabían luchar con lanza a caballo con armadura completa (imitando a los terribles “catafractos”, la caballería pesada persa), por último los instruía como la mejor infantería con escudo y espada (como legionarios romanos, la mejor infantería de la época), era una unidad de élite, era su guardia personal, la pagó siempre con su dinero, se les llamó “bucellarii”, con el tiempo llegó a ser la mejor fuerza de élite de la época y el núcleo del nuevo ejercito bizantino con el que conseguiría sus grandes éxitos en el futuro, los “bucellarii” combatían con coraza puesta en todo el cuerpo Con éste primer escuadrón de 200 soldados realizó incursiones en el alto Danubio enfrentándose a la tribu de los gépidos, derrotándolos con acciones de guerrilla, haciendo prisioneros y botín. Al año, con su ejército personal, que ya era de 600 hombres, operaba en incursiones de castigo, en el bajo Danubio, contra los hunos, causándoles muchas bajas, haciendo muchos prisioneros y tomando botín. Por estas hazañas fue ascendido al rango de “patricio distinguido” e ingresó en la guardia del general Justiniano que en esas fechas era el comandante del ejército de Oriente y sobrino y heredero del emperador Justino Iº.
En el año 527 muere Justino Iº siendo nombrado Justiniano Iº nuevo emperador, Belisario se encuentra en el frente oriental en la fortaleza de Daras, ciudad fronteriza que servía para evitar que los persas hicieran incursiones por sorpresa en territorio bizantino. Belisario recibió la orden de construir una nueva fortificación tres millas mas hacia el oeste, justo en el límite fronterizo, planifico y construyó rápidamente el castillo de “Migdon”, el cual fortificó a toda prisa, temía que los persas se dieran cuenta enseguida y quería que cuando atacaran tener el castillo fortificado. Cuando los persas se dieron cuenta estallaron de rabia y mandaron un mensajero a Daras pidiendo que se desmantelara la nueva fortificación de inmediato. Los persas viendo que el castillo de “Migdon” no era evacuado mandaron una tropa de 8000 hombres y otros tantos soldados bizantinos salieron del castillo a presentar batalla a los persas, Belisario no estaba en “Migdon”, estaba enfermo en Daras por lo que no pudo estar en la batalla, la lucha fue dura y acabó en tablas, pero los bizantinos inexplicablemente se retiraron del castillo, en vez de hacerse fuertes en el, se retiraron a Daras, los persas tomaron el castillo. A los pocos días, cuando Belisario se recuperó un poco de las fiebres que lo tenían postrado, formó a su regimiento personal, de 1000 jinetes “bucellarii”, y con él al frente, se presentó ante el castillo de “Migdon” enfrentándose a las tropas persas que eran siete veces superiores en número, acabó reconquistando el castillo. Como el resto de las tropas bizantinas, al mando de otro general, no lo habían secundado, a los pocos días, no pudiendo sostener la posesión del castillo tuvo que evacuarlo. Los persas de inmediato demolieron el castillo. Cuando Justiniano Iº leyó el informe de lo sucedido, vio que Belisario fue el que mejor actuó y que no tenía ninguna culpa de lo sucedido, por lo cual le nombró comandante en jefe de todo el ejército de Oriente, a partir de aquí Belisario ya nunca tuvo a nadie por encima, salvo su emperador.
En Julio del año 530 se desarrolló la batalla de Daras. Los persas con un ejército de mas de 40.000 hombres, todo él de tropas regulares y con 2.000 catafractos, al mando del general Perozes, se dirigía a conquistar la fortaleza de Daras para poder abrirse paso hacia el interior del Imperio Bizantino. Belisario con levas de poca calidad y novatos, junto con mercenarios y sus 1.000 “bucellarii”, montó un ejército de 25.000 hombres con el que derrotó a los persas, gracias a su habilidad táctica, causó mas de 5.000 bajas a los persas y el resto salió huyendo. Belisario, siempre informado de los movimientos del ejército persa, y previamente a su llegada, eligió y preparó defensivamente el campo de batalla con empalizadas de estacas afiladas para defender a su infantería y arqueros, y con fosos para parar a la caballería pesada persa de catafractos, obligando a los persas a dividirse y poder ser él quien los atacara por sus flancos con sus “bucellarii”. Fue su primera gran batalla ganada, hacía muchísimos años que los romanos no ganaban a los persas en una gran batalla. Pocos meses después se desarrolló la batalla de Calinico, ataque que realizó Belisario dentro de territorio persa, donde el resultado fue de tablas, murieron 6.000 bizantinos y 7.000 persas, el ejército persa era superior y casi todo compuesto de caballería su mejor arma. Estas dos batallas permitieron a Justiniano Iº la firma del tratado “Paz Duradera”, en 532, con los persas, a partir del cual, pacificada la frontera oriental, con Belisario al frente del ejército bizantino, emprendió la restauración del Imperio Occidental, conquistando, de nuevo, el norte de Africa y la península itálica.