domingo, 17 de junio de 2012

LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA- PARTE 3-EPÍLOGO:


Fernando II “El Católico”, el 23 de Marzo de 1513 fue proclamado por las Cortes de Navarra, rey también de Navarra. Desde esas fechas podéis ver en todos los escudos de España, también el actual, que está formado por el león (Reino de León), el castillo (Reino de Castilla), la bandera cuatribarrada de rojo sobre amarillo (Reino de Aragón) y las “cadenas” (Reino de Navarra), también figura “la granada” como recuerdo del último reino nazarí-musulmán que él mismo conquistó dando fin a la Reconquista, en 1492. En las Navas de Tolosa se inició el sueño de una sola España, desde entonces todos los pasos seguidos por todos los reyes hispanos fueron alianzas mediante matrimonios buscando la unificación total, alcanzada por fin en 1513 por Fernando “El Católico”. Esta es la historia “real” de cómo hemos llegado a ser una sola nación llamada España.
      Esta batalla debería enseñarse en todas las escuelas de España y no se hace, la clase política que nos gobierna los últimos cuarenta años se ha dedicado a ocupar todos los estamentos sociales con el único fin de ostentar todo el poder para su “clase” y han dejado a los españoles en la ignorancia histórica mas absoluta, los ciudadanos estamos en manos de políticos interesados solo en aumentar su poder económico y social, de los ciudadanos solo les interesa el voto y los impuestos. Algunos de estos políticos actuales hasta se han inventado una historia que no ha existido y con la incultura se arrastra a centenares de miles de españoles que dicen no ser españoles, que se declaran nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y últimamente hasta los hay andaluces. Y no son nacionalismos integradores no, se inculca el nacionalismo centrífugo, desintegrador, económico, y, en las vascongadas  hasta existe el nacionalismo étnico. Todo esto se hubiera evitado simplemente enseñando, desde la infancia, la historia real de España, la que figura en las enciclopedias serias y rigurosas de España, Francia, Inglaterra etc. No quiero ser agorero pero los pueblos que no conocen su historia, se dice, están obligados a repetirla, y esto en el caso se España es muy peligroso, a lo largo de toda nuestra historia, hasta el año 1939, nos hemos estado matando a mansalva, leoneses contra castellanos, castellanos contra aragoneses, asturianos contra navarros, navarros contra castellanos, etc etc, hasta 1939 españoles contra españoles, también lo hacían en otros países como Gran Bretaña, Alemania, Italia, Francia etc, pero al parecer en estos otros países sí aprendieron de su historia y hace mas de cien años que ya no se matan. Tampoco veras que un galés queme la Union Jack (la bandera inglesa) o quemen la foto de su reina o silben al oír el “Dios salve a la reina”, ni verás nunca que un bretón queme la bandera francesa o silbe a “La Marsellesa”, tampoco verás nunca que un bávaro silbe el himno alemán o queme su bandera, el mismo respeto que profesan los milaneses o los toscanos al himno italiano y a su bandera. Y en España ¿qué han hecho nuestros políticos en los últimos cien años?, dividirnos y convertirnos en analfabetos históricos, y con el único interés de convertirse en pequeños caudillos de sus regiones, arrastrando a su gente a  unificarse en una identidad falsa de nación, todo ello acrecentado mediante sentimientos antiespañoles, adoptando siempre el papel de víctimas de España. Es bochornoso, da vergüenza ajena, es como ver a un hijo que desprecia a su madre delante de todo el mundo. ¿Qué van a pensar alemanes, ingleses, franceses e italianos de nosotros? De verdad que da vergüenza, y nadie hace nada. En los años treinta del siglo pasado, el comportamiento miserable de una parte de la clase política de la Segunda República, propició, con sus desmanes, la llegada de cuarenta años de dura e injusta dictadura, espero, utópicamente, que los actuales políticos se den cuenta a tiempo y se evite la balcanización de España, de no ser así, me da pena pensar en el futuro de mis nietos e hijos. En los últimos setenta años, en Europa, las únicas guerras que se han producido han sido por los nacionalismos, en Irlanda del Norte y en los Balcanes, la antigua Yugoslavia. Y ¡¡atención todos!!: nadie en Europa asistió a Croacia, a Bosnia o a Albania mientras se desarrollaba una guerra de nacionalismos étnicos, con matanzas inhumanas, ¡¡ninguna nación europea movió un solo dedo!!, tuvieron que venir los norteamericanos, con la mala prensa que tienen entre las izquierdas españolas, a terminar con la guerra y las masacres.
          Por lo tanto y como final de esta historia, pido a todos que lean la historia real de lo ocurrido, que lean varias fuentes, varios autores, para así conocer mejor la realidad de lo ocurrido, conocer mejor quienes somos y como hemos llegado hasta el aquí y el ahora. Hoy somos quienes somos y estamos aquí en este sitio y lugar, gracias al sacrificio de muchas vidas y haciendas. Pensad en ello. Deseo que esos sacrificios no fueran en vano.
          Si esta historia de la Batalla de las Navas de Tolosa, que tiene España entre otras muchas, también espectaculares, la tuviera Estados Unidos, Inglaterra, Francia o Alemania ¿cuántas películas se hubieran hecho? ¿cuántas obras se hubieran escrito? Y ¿qué hacen los artistas españoles y sus cineastas? Da un poco de pena, por lo visto no es un tema “políticamente correcto”, ahora lo que toca es engañar, deshacer, dividir y separar. Después no nos lamentemos, no lo achaquemos a la historia negra que nos persigue, la historia la tenemos, espectacular, muy buena y envidiable para todos los extranjeros, lo que tenemos que hacer es conocerla, sentirnos orgullosos de ella y difundirla a los cuatro vientos, ello hará que seamos mucho mejor considerados por el resto de naciones. En historia antigua solo nos superan Grecia e Italia con su Imperio Romano, en la Edad Media ningún país europeo nos supera con nuestra Reconquista, en la Edad Moderna igualmente nadie supera a España con la conquista del Nuevo Mundo. Hay que estar orgullosos de ser españoles, en América desde luego matamos a demasiados indígenas pero nos mezclamos con ellos y creamos culturas hermanas, naciones hermanas que ahí están, los ingleses y franceses acabaron y masacraron a todos los pueblos nativos, luego ellos mismos, franceses e ingleses, renegaron de sus naciones y sus reyes legítimos y ahí están Canadá y Estados Unidos, históricamente bastante miserables, lo llamaron guerra de independencia, independencia ¿de quien?, de ellos mismos, eran ingleses y franceses de pura cepa, vale, llevaban dos y tres generaciones allí, en América, pero no se mezclaron, no se expandieron, no crearon nuevas culturas, habían acabado con todos los nativos y ahora se rebelaban, traicionaban a “su madre” para quedarse ellos con “todo el pastel”, no querían saber nada de Inglaterra ni de Francia. ¿Veis la diferencia?. Repito, debemos sentirnos orgullosos, desde luego mucho mas que Inglaterra y Francia.
      Bueno, dejemos aquí la historia de las Navas de Tolosa y el inicio de España. Os emplazo para una futura historia en la que os contaré el final de Pedro II de Aragón y su muerte, en el año 1213, al año siguiente de las Navas de Tolosa, a manos de caballeros franceses al mando de Simón de Monfort en su campaña contra albigenses y cátaros del reino de Aragón, que su rey Pedro IIº intentó defender en Occitania, allende de los pirineos, en la batalla de Muret. No tengo claro como pudieron, unos caballeros franceses, a sangre fría,  después de apresarlo y que el mismo rey les dijera quien era, acabar y matar a Pedro II “El Católico” rey cristiano de Aragón, ¿cumplían órdenes de Simón de Monfort? ¿No seria que Simón de Monfort cumplia órdenes del propio Papa Inocencio III? Qué tornadiza se vuelve la historia…… ¿no serian los mismos caballeros que abandonaron a las fuerzas cristianas en Calatrava la Vieja? Y ¿actuaron de motu propio? ¿Tan dolidos quedaron contra Alfonso VIII y Pedro II en Calatrava?. Como veis, los cristianos seguimos matándonos entre nosotros muchos años, pero eso es otra historia que os contaré en un próximo capítulo, aunque debo de reconocer que me retrae bastante, explicarlo bien es complejo y: “con la iglesia hemos topado, querido Sancho”, bueno, con la iglesia y sus peores historias funestas, la “caza” de cátaros y albigenses no es una historia de la que se pueda sentir orgullosa la Iglesia Católica y los católicos de hoy día. Pero ya veremos, igual al final me atrevo, a pesar del riesgo de herir sentimientos pusilánimes. La persecución a los “perfectos” y, la imagen de acabar ellos mismos arrojándose a las hogueras en Montségur, me conmueve. Pero eso es otra historia.

miércoles, 13 de junio de 2012

LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA- PARTE 2- LA BATALLA:


         El ejército musulmán tenía una fuerza de combate superior a 120.000 hombres, en primera línea y a mitad de la colina estaba la infantería ligera marroquí todos voluntarios del Alto Atlas, era la que recibiría el primer choque. En segunda línea estaba el grueso del ejército almohade, voluntarios de infantería de Al Andalus, que ese día estaban un poco recelosos con su califa ya que la víspera, se había ejecutado a Ibn Cadis, andalusí, que era el jefe de la guarnición musulmana de la fortaleza de Salvatierra, al que los cristianos dejaron marchar a cambio de rendir la plaza unos días antes, fue degollado por orden del califa. Detrás de los andalusíes estaba el propio ejército almohade compuesto de veteranos procedentes de todos los rincones del Islam venidos a la llamada del califa para la Guerra Santa, a ambos flancos de este ejercito estaba la caballería pesada africana, tras ellos estaba la caballería ligera de arqueros turcos, los “Agzaz”, eran mercenarios de élite. La tercera línea estaba formada por los “imesebelen”, la Guardia Negra del califa, compuesta por 10.000 soldados fanáticos procedentes del Senegal, dispuestos a morir por el Islam y su califa, eran negros vestidos de negro que estaban atados con cadenas entre ellos por las piernas, cadenas que también se anclaban al suelo, con estacas, para mostrar que nunca iban a huir. En la cima de la colina estaba la inmensa tienda de campaña del califa Al-Nasir, de color rojo, rodeada por la Guardia Negra, desde allí arengaba a sus tropas, vestido totalmente de verde (el color del Islam), con un ejemplar del Corán en una mano y la cimitarra en la otra. El espectáculo debió ser impresionante y apabullante para las tropas cristianas hispanas.
           Las tropas cristianas se dispusieron en tres columnas, una central, que iba a ser el ariete en el ataque, formada por el ejército castellano, en el centro de esta columna la infantería castellana y a cada lado su caballería, mandada por el vasco Diego López de Haro, su segundo era el Alférez de Castilla D. Álvaro Núñez de Lara, en la retaguardia el Rey de Castilla Alfonso VIII y el Arzobispo de Toledo Don Rodrigo Jiménez de Rada. La columna y ala derecha, la infantería y la caballería navarra, en su retaguardia el Rey de Navarra Sancho VII “El Fuerte”. La columna y ala izquierda, las ordenes militares y las tropas aragonesas, en su retaguardia el Rey de Aragón Pedro II.
           Cuando amaneció el 16 de Julio de 1212, Alfonso VIII dio la orden de ataque, el vizcaíno López de Haro inició la batalla atacando frontalmente con miles de jinetes de su caballería pesada, el choque fue brutal e hizo mucho daño en la vanguardia almohade, ello obligó a un primer movimiento de retirada de la vanguardia musulmana, entonces Al-Nasir ordenó el contraataque con el grueso del ejército almohade, la caballería ligera almohade con sus arqueros atacó con gran eficacia produciendo grandes daños a las fuerzas de infantería de López de Haro, éste ordenó el avance y entrada en combate de la segunda línea castellana, para suplir las bajas causadas por los musulmanes, pero no es suficiente, la caballería ligera almohade los tiene acorralados causándoles muchas bajas, las infantería cristiana comienza a retirarse, el enemigo es muy numeroso y eficaz, sólo aguantan sin retroceder las órdenes militares en combate cerrado junto con López de Haro, su hijo y Núñez de Lara. Las tropas musulmanas al ver retroceder a los cristianos, cometen un grave error, rompen sus formaciones cerradas que tenían en el centro del campo de batalla para perseguirles, eso provoca el debilitamiento del centro del ejército almohade. La infantería cristiana sigue retirándose, los tres reyes cristianos, en la retaguardia, se miran, algo había que hacer y toman una última y certera decisión, atacar ellos mismos con sus guardias personales y la última línea de las fuerzas cristianas, se concentran y atacan, esto ha pasado a la historia como “La carga de los tres Reyes”, Pedro II, Alfonso VIII y Sancho VII se pusieron al frente atacando con todo lo que tenían en la retaguardia, era vencer o morir, no dudaron. Esto infunde nuevos ánimos en el resto del ejército cristiano, las milicias cristianas atacan los flancos del ejercito almohade, la caballería cristiana, con sus tres reyes, realiza una carga crítica central para dividir y desbaratar al ejército musulmán, los soldados andalusíes al ver el nuevo ímpetu de los cristianos y disgustados como estaban con el califa, empiezan a huir del campo de batalla. Se produce entonces una epopeya histórica: el rey de Navarra, Sancho VII, con sus 200 caballeros navarros y sus 2000 infantes se dirigen directamente hacia la tienda roja del califa Al-Nasir, cargan contra la Guardia Negra, los “imesebelen”, van matándolos y rompiendo la empalizada de cadenas que los une, el degüello dentro de la empalizada que defendía al Miramamolín fue terrible, toda la Guardia Negra, los 10.000, fueron abatidos. El califa viendo lo que se le venía encima huyó precipitadamente, a uña de caballo, para salvar su vida, dejando un ingente botín. El ejército almohade, con su caballería ligera de arqueros, su mejor fuerza, atrapada en el medio de la contienda, sin posibilidad de maniobrar,  fueron cayendo los caballos y muertos sus jinetes. La matanza que realizaron los cristianos a las tropas almohades fue terrible, no se atraparon soldados, las órdenes eran acabar con los soldados del ejército almohade, el que no pudo huir murió. El ejército almohade quedó destrozado, desintegrado para siempre. La carnicería en esa colina fue tal que, después de la batalla, los caballos no podían andar entre tantos montones de cadáveres. Los muertos que resultaron de la batalla fueron mas de 90.000 musulmanes y se calcula que unos 20.000 cristianos, aunque las crónicas cristianas de la época decían muchos menos (de 2.000 a 5.000), las crónicas musulmanas de la época sí ratifican que murieron mas de 90.000 musulmanes. Tuvieron que pasar muchos siglos para que en una sola batalla y en un solo día hubieran tantos muertos, se duda si en la batalla del Somme (1916) o en la de Estalingrado (2ª Guerra Mundial), que en un solo día murieran los más de 110.000 muertos de las Navas de Tolosa, con certeza sólo se alcanzó con la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima. La alianza de cinco reyes, con tres de ellos en el campo de batalla, contra un Imperio como lo era el Almohade, con su califa al frente, creo que no se ha vuelto a repetir en la historia del mundo. Al atardecer de ese 16 de Julio de 1212, en el mismo campo de batalla, el Arzobispo de Toledo rezó un “Te Deum” de agradecimiento a Dios por la victoria alcanzada.
        Las cadenas que mantenían unidos a la Guardia Negra, pasaron a formar parte del escudo de Navarra desde entonces, en recuerdo a esa gesta de su rey Sancho VIIº. La bandera, o pendón, de los almohades que había en la tienda de Al-Nasir, se conserva y se puede contemplar en el Monasterio de las Huelgas Reales, en Burgos, es el Pendón de las Navas de Tolosa. El rey Alfonso VIII de Castilla ordenó a su capitán general, el Señor de Vizcaya D. Diego López II de Haro, que repartiera el inmenso botín capturado entre todas las tropas cristianas menos para El mismo, el rey renunció a su parte del botín en beneficio del resto. El coste de la campaña fue sufragado en un 66% por el reino de Castilla, el 33% restante fue a cargo de la Iglesia y las Ordenes Militares.
       En los 25 años posteriores a ésta victoria, desbaratado el ejército almohade, los cristianos conquistaron definitivamente Valencia (1238), Cáceres (1229), Badajoz (1230), el Algarve portugués (1217), Andújar (1225), Almadén y Córdoba (1236), Baeza (1226) y Jaén (1246), quedando solo el reino de Granada por conquistar. Gracias a esa batalla el dominio cristiano quedó asegurado, y solo era cuestión de tiempo el que toda la Península Ibérica acabara definitivamente siendo cristiana.

domingo, 10 de junio de 2012

LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA – PARTE 1-PRELIMINARES:


Cuando escribo estas líneas faltan cuarenta días para que llegue el 16 de Julio del 2012, fecha que debería ser memorable para todos los nacidos en la Península Ibérica, y digo “todos”, incluidos los portugueses, andaluces, valencianos, asturianos, etc etc, los gallegos, vascos y los catalanes también, ya que ese día se cumple el 800 aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa. El 16 de Julio del año 1212, en un lugar denominado “la mesa del rey”, y donde hoy día se encuentra el pueblo de Santa Elena, en Jaén, se enfrentaron en batalla campal los ejércitos musulmán y cristiano, la victoria fue total por parte del ejército cristiano y supuso una hecatombe para el Imperio Almohade, con esta derrota se inició el declive del dominio musulmán en España. Nuestras hijas, hoy día, no llevan velo para salir a la calle gracias a esa batalla, nuestra cultura y hasta nosotros mismos no estaríamos ahora aquí, estarían otros. Fue una batalla crucial y determinante para España y el sur de Europa.
       En 1195 las tropas castellanas del rey Alfonso VIII, en la batalla de Alarcos, sufrieron una gravísima derrota contra el Imperio Almohade, el mismo rey estuvo a punto de morir en la batalla, esta derrota hizo que los almohades volvieran a extender su dominio hasta los Montes de Toledo y el Valle del Tajo, amenazando a la propia Toledo.
       Los almohades estaban crecidos y en 1211 el califa Muhammad Al-Nasir, al que los cristianos llamábamos “El Miramamolín”, estaba preparando un gran ejército para reconquistar los reinos cristianos y recuperar el dominio de la Península Ibérica, los reinos cristianos estaban envueltos en guerras civiles entre ellos. Enterado Alfonso VIII, rey de Castilla, de lo que estaban preparando los almohades, mandó misivas al Papa Inocencio III convenciéndole para que proclamara Santa Cruzada para detener el impulso almohade en la Península Ibérica, el Papa accedió e instó a todos los reyes cristianos a que dejaran sus rencillas bajo pena de excomunión si no lo hacían, mandó misivas a todos los arzobispos de Europa para que se predicara la Santa Cruzada y se animase a los creyentes para que se alistasen. El Arzobispo de Toledo, D. Rodrigo Jiménez de Rada, fue a Francia a predicar la Cruzada. Se alistaron miles de caballeros de Italia, Francia y Alemania, al frente de ellos acudieron los obispos de Narbona, Nantes y Burdeos, en total sumaban 25.000 los cruzados europeos.
       Alfonso VIII convocó a todos en Toledo. La alianza de los reinos españoles que acudieron a la cruzada sumaban unos 70.000 soldados. Las tropas castellanas, al frente de las cuales iba el rey Alfonso VIII, alma y coordinador de la batalla, las mandaba, como abanderado de Castilla el vasco D. Diego López II de Haro, quinto señor de Vizcaya, al mando de una tropa de 50.000 hombres formada por 20 milicias de Concejos Castellanos (Medina del Campo, Madrid, Soria, Palencia, Almazán, Medinaceli, Béjar, etc),  los caballeros de las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava, San Lázaro, San Juan de Malta así como de los Caballeros Templarios. El resto de reinos peninsulares aportaron unos 20.000 caballeros y soldados, el Rey de Portugal  Alfonso II no acudió a la batalla en persona pero mandó tropas portuguesas, el Rey de León Alfonso IX tampoco fue, andaba en pleitos con Castilla,  pero mandó tropas y caballeros leoneses, gallegos y asturianos (el Vizconde Bernaldo de Quirós, el Señor de Salas Fernando Lamuño, Don Francisco de la Buelga de la Orden de Santiago entre otros). Sí acudió el Rey de Navarra Sancho VII “El Fuerte” al frente de la élite de su caballería, unos 200 caballeros que eran temibles (pregúntenle a los castellanos de la época) y unos dos mil infantes. También acudió a la batalla, en persona, el Rey de Aragón Pedro II al frente de sus mejores caballeros aragoneses, catalanes y provenzales, mas de 3.000 caballeros, además de otros 3.000 de  infantería. Se juntaron los cinco reinos para triunfar o morir ante el Imperio Almohade, era la batalla decisiva, el resultado de la misma inclinaría definitivamente la balanza de un bando o del otro, fue el inicio de la España actual, los cinco reyes de la Península Ibérica luchando por una causa común, codo con codo tres de los cinco reyes.
       En Mayo de 1212 se encontraron todas las tropas cristianas en Toledo, lugar y fecha elegidos por Alfonso VIII para el inicio de la Santa Cruzada, una tropa de 95.000 hombres de armas en total. Para evitar problemas Alfonso VIII había ordenado que los cruzados extranjeros se acuartelaran fuera del casco de Toledo, pero no fue posible, los cruzados tramontanos, acostumbrados a las cruzadas de oriente, asaltaron la judería toledana provocando una masacre de judíos y robando sus pertenencias. Alfonso VIII, forzado por la necesidad que tenía de esas tropas, hizo la vista gorda por el bien de la Cruzada.
      El 19 de Junio salen las tropas cristianas de Toledo, al frente de los cruzados extranjeros sale Don Diego López II de Haro, formando la vanguardia y fuerza de choque, detrás, el resto del ejército, sale un día después.
     El 23 de Junio llega la vanguardia del ejército ante la fortaleza de Malagón, los musulmanes se ofrecen a rendirse a cambio de que se les deje vivir, los cruzados extranjeros se negaron a cualquier tipo de acuerdo, desoyendo el consejo de D. Diego López de Haro, asaltaron Malagón y pasaron a cuchillo y degollaron a todos sus habitantes. Cuando llegó el rey Alfonso VIII  y contempló horrorizado los desmanes cometidos por los tramontanos, les recriminó con dureza, ese no era el comportamiento que quería el rey para con los habitantes musulmanes, ahí empezaron los roces entre cristianos españoles y extranjeros.
      El 27 de Junio llegaron a Calatrava la Vieja, fortaleza que habían perdido los Caballeros Templarios en 1211. Alfonso VIII se había unido a la vanguardia de las tropas y había llegado a tiempo para negociar con los musulmanes su rendición, perdonándoles la vida y haciendas a cambio de no combatir y someterse. Los cruzados tramontanos, al no permitirles saqueo alguno, decidieron abandonar la cruzada, unos 20.000 se fueron, nos dejaron solos a los hispanos ante el poder Almohade. La deserción de los cruzados extranjeros fue importante para la moral del ejército cristiano,  a Alfonso VIII  se le aparecía el fantasma de la batalla de Alarcos, donde estuvo a punto de morir. La llegada del rey aragonés Pedro II, que venía en la retaguardia, levantó el ánimo a Alfonso VIII, al final decidieron proseguir y combatir contra los Almohades. Ahora el ejército cristiano era sólo de hispanos y sumaba tan sólo 70.000 soldados, y sabían que el ejército almohade que les esperaba era de mas de 120.000 soldados, hacía falta coraje y los tres reyes hispanos, reunidos en consejo de guerra, lo tenían sobrado. Ahora había que cruzar Sierra Morena, se mandaron exploradores y volvieron confirmando que en todos los pasos de montaña habían fuerzas almohades con emboscadas preparadas, pasaban los días y no se encontraba un paso seguro. Entonces ocurrió lo que algunos dicen que fue un milagro, unos dicen que fue San Isidro Labrador, la realidad fue que se presentó un pastor afirmando que él conocía un paso que no estaba ocupado por los almohades. Diego López de Haro mandó una avanzadilla de su total confianza, a los pocos días uno de ellos volvió confirmándoles que el pastor no les mentía, que el paso existía y estaba franco. Se dieron las instrucciones oportunas y se puso en marcha el ejército. Ese paso llevó al ejército cristiano a un pequeño valle denominado “la mesa del rey” ante el cual se levantaba una colina donde estaba situado el ejército almohade, desde que las tropas cruzaron el paso “milagroso” fueron hostigadas constantemente por avanzadillas musulmanas hasta llegar a “la mesa del rey” donde se encontraron al enemigo sobre una colina, ”el cerro de los olivares o de las viñas”, con una ventaja estratégica fantástica. Por lo tanto, yo mas bien creo, que los almohades dejaron libre el paso de montaña que les convenía y que dirigía al ejército cristiano a una posición desfavorable para la batalla, el 15 de Julio del año 1212, los dos ejércitos estaban frente a frente. Los cristianos en desventaja numérica y posicional, el campo de batalla lo había elegido el enemigo musulmán.